Según la Asociación Americana de Marketing, marca es un nombre, un término, una señal, un símbolo, un diseño, o una combinación de alguno de ellos que identifica productos y servicios de una empresa y los diferencia de los competidores.
Tu marca debe ser portavoz del sentir de tus colaboradores y clientes, he allí la clave para discernir que se está buscando lograr con ella y a hasta dónde se pretende llegar. A todo esto se le llama branding, o bien gestión de marca que a través de procesos gráficos, de comunicación y posicionamiento construyen la misma.
El branding tiene cinco elementos esenciales, los cuales son:
Cuando somos pequeños, nuestros padres buscan un nombre ideal para nosotros, que nos pueda distinguir del mundo entero, así también sucede cuando queremos nombrar nuestra marca o empresa, y lo más recomendable es no poner uno que se relacione directamente con el producto o servicio, sino ser más creativos y jugar con las palabras, otro consejo es no colocar un nombre extranjero o bien en otro idioma que no sea el natal del producto, esto si no se pretende exportar a otro país.
Este elemento está enfocado principalmente en la filosofía empresarial, es decir el conjunto de valores y creencias con la que la empresa se va a regir a lo largo de su ciclo de vida, rescata sus raíces las cuales son su historia, su misión que es aquello que cumple todos los días, igualmente abarca su visión, la cual puede ser cambiante cuando se alcance el objetivo soñado.
Otro punto que es importante resaltar es la el logotipo, que es un recurso gráfico con el que el mundo reconoce la marca, muchas veces recuerdan más éste que el mismo nombre de la empresa porque el cerebro humano recuerda en imágenes, no en palabras.
Lograr posicionamiento es estar presente todo el tiempo en la mente del consumidor.
Jürgen Klaric resume este punto con su filosofía: Véndele a la mente, no a la gente. Las personas no compran un artículo por lo que es, sino por lo que les hace sentir, porque se identifican con él de algún modo. Las neurociencias hoy en día están muy avanzadas y lo que pretenden es hacerle entender a las marcas es se necesitan experiencias de compra que estimulen a los clientes a realizar esa conversión, vender emociones a través de los productos y también necesidades, no milagros personificados, entiéndase esto como productos terminados.
Significa conservar tus clientes aún cuando hay competencia. Este es quizás uno de los retos de las empresas que más cuesta trabajo alcanzar, ya que así como un buen amigo está contigo en las buenas y en las malas, así debe ser un cliente, la marca no le ofrece amistad sincera a los clientes sino que lo hace sentir parte de esta, y muchas veces no porque el producto sea el mejor sino porque le estas dando sentido de pertenencia.
Una estrategia muy ligada a la lealtad de marca son los programas de fidelización que por medio de recompensas y reconocimientos como miembros valiosos de la empresa se logra conservar a un cliente.
El crecimiento o declive de una marca es inevitable, en el primer caso, en el cual está basado este punto, es cuando comienza a expandir la gama de productos o servicios, así como los nuevos horizontes, llámese mercados, de tal modo que es necesario implementar nuevas estrategias y tácticas para administrar el portafolio de marcas. El objetivo es claro, detectar oportunidades de expansión y apoyar el crecimiento en conjunto.
Nuestros paquetes de Desarrollo de Marca están orientados hacia tres niveles de servicio, cada uno satisface las necesidades convencionales de cada empresa, considerando su tamaño y etapa de crecimiento.
Ideal para empresas que están en proceso de incubación o desarrollo.
Ideal para empresas que ya han trabajado en su imagen, pero desean mejorar su marca.
Ideal para empresas que han consolidado su operación y buscan fortalecer y robustecer su marca ante sus clientes y el mercado mexicano.